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El Tribunal Administrativo Migratorio (TAM) firmó, esta mañana, con RET Internacional, un convenio de cooperación, que fortalece alianzas estratégicas, la coordinación y  la operatividad de ambas instituciones en el cumplimiento de sus mandatos.

Este convenio le permitirá al TAM remitir a RET casos de solicitantes de refugio en condiciones de vulnerabilidad social, para que esta institución les brinde apoyo humanitario de acuerdo a las capacidades institucionales de RET.

También el TAM derivará a RET casos de personas solicitantes de refugio en los cuales las personas tengan dificultades en acceder a sus derechos, para que RET asesore y brinde seguimiento a estos casos, con el objetivo de hacer efectivos los derechos de estas personas en condiciones de vulnerabilidad.

EL TAM desde su creación en el 2011 trabaja en garantizar a las personas migrantes y refugiadas, acceso efectivo a la justicia administrativa, teniendo los derechos humanos un papel protagónico en el funcionamiento de este órgano colegiado.

“Efectivamente hoy firmamos un convenio con RET Internacional, una organización no gubernamental, independiente e imparcial con presencia en más de 20 países  y más  de 120 proyectos de cooperación en  todo el mundo”, afirmó, Esteban Lemus Laporte, juez/presidente del TAM.

Por su lado,  RET en Costa Rica trabaja desde el 2010 con población refugiada o solicitante de refugio en condiciones de vulnerabilidad y que requieren de un abordaje integral para su positiva integración en el país.

“Celebramos la firma de este convenio en ayuda humanitaria y apoyo a las personas refugiadas, este tema es importante para Costa Rica y recibir todo el apoyo posible de parte de la comunidad internacional y de la sociedad civil organizada, esperamos que este convenio sirva para el crecimiento de ambas instituciones”, aseguró, Víctor Barrantes Marín, viceministro de Gobernación y Policía.

El contexto regional actual, en el tema migratorio, reclama una atención integral por parte de Costa Rica, como país receptor de migrantes de distintas nacionalidades, con mayor incidencia en los últimos dos años, de personas nicaragüenses y venezolanas, que han migrado de forma forzosa debido a la inestabilidad política y social en sus países de origen.